Me digo: “¡escribe
en el periódico, Pedro!”: sí, “¡haz algo de provecho!”, mientras se suceden
campañas y más campañas electorales desde hace casi un año. No, ese no es el
mejor de los momentos para escribir, porque otros pueden hacerlo mejor que uno y
de manera más provechosa al conjunto. Pero ahora como que algo me impulsa a
clamar: ¡basta de impotencia y de ccinismo!, es preciso, me parece a mí preciso
al menos, indicar con Marina Garcés que “Nuestros enemigos son el cinismo y la
impotencia”.
Los curas nos enseñaban de pequeños, cuando algunos
intentábamos creer en sus palabras mientras otros zanganeaban y luego treparon
a los puestos de lresponsabilidad en nuestra sufrida sociedad a lo peor
alardeando de creyentes no siendo más que fariseos- que mundo, demonio y carne
eran los enemigos; ¿enemigos de qué?, ¿de esta nada que somos mientras otros
destruyen esa sociedad y su planeta; más nihilismo quizá que el nihilismo en
que hoy andamos; este es el problema: el Nihilismo criticado por NIETZSCHE, no
promovido o querido por él: qué mal se le sigue entendiendo, o cuanto se le
desatiende; a veces es mejor, porque al antenderle se le atiende mal y esto es
más grave.
Pues yo me atrevo a
escribir acá que ahora nuestros enemigos son la impotencia y el cinismo; no
digo directamente que nuestros amigos tengan necesariamente que ser trocados
por determinada formación política y por la filosofía misma; hay muchas
actitudes políticas que pasan por fuera de Podemos e incluso van más allá de
ella, que a mí particularmente me
parecen interesantes, más allá de que algunos se meen aquí o allí o quieran
arrebatarnos nuestra segunda vivienda, cosa que está por ver si está en su
programa, o que incluso feacientemente no está en él, sólo que aquellos que
iban a Misa y se dan la paz con las manos manchadas (como rezaba y reza una célebre
canción de Agua Viva, un interesante grupo Folk de los 70),) están gustosos de
calumniar y difamar, con tal de continuar con sus prevendas, a fuer de dejarnos
a los demás sin tuétano.
Sí, Marina,. Estoy
de acuerdo contigo, compañera filósofa, aunque yo sea esta ruindad de filósofo
que soy, en que impotencia y cinismo son enemigos del hombre que quiera
emanciparse de tanta mierda; y cuando esto pienso pienso en un sinfín de cosas:
como por ejemplo, cuán interesante seguirá siendo por tiempo incalculable MARX
a pesar de que esté así de estigmatizado, por aquellos fariseos e incluso estos
jovenzuelos de ahora, que “piensan” que se las saben todas; qué de gran valor
hay en HEIDEGGER, SARTRE, FREUD, WITTGENSTEIN, O KANT y qué pocas ganas tiene tanto
cínico de que nuestros hijos los lean aunque sea en un breve comentario de
texto: ¿porqué será?
¡Ah, jajá!, porque
ellos, instalados en el poder como están no andan dispuestos a que los
descabalguemos y prefieren dar fuelle a los bancos, a la economía de mercado,
esa lavadora que no deja tejido sano; porque para ellos pensar es incluso malo:
es un defecto del hombre, como escribía BRETCHE en aquel elocuente y querido
poema: “Catón de guerra”. Así pues, cuanta menos filosofía en nuestros centros
de enseñanza mejor; y mientras siguen vomitando su bilis y sacando pecho,
diciendo que son los salvadores de la patria y que todo lo hacen para el
pueblo: ¡ mienten dhaciendo política de espaldas al pueblo como déspotas
ilustrados y aun contra el pueblo, como verdaderos belcebúes, o sea: el mismo
primer enemigo del alma según predicaban aquellos nuestros casi entrañables
–algunos- curas que nos sermoneaban en los ejercicios espirituales de pequeños,
mientras el propio demonio ya se arrellanaba en su sillón pensando cómo podía
dar más por ... saco a la humanidad casi por completo, a la carne y al mundo
entero, enemigo que descuida e incluso escupe a los otros enemigos.
Ser “potentes”,
pero en el sentido de cambiar precisamente el sentido de las cosas, instaurar y
pensar un orden mejor: esa es una tarea que compete a todos pero en la que la
filosofía puede y debe usar su candil aunque sea para sumirnos en el laberinto
por momentos: preferible es el laberinto a la celda: a esta celda gigante en
que tantos están sin trabajo, los jóvenes se han de marchar de España, aquél
anda preocupado con que no se vayan –no sé a dónde- los catalanes, o caen los
servicios esenciales para esa mayoría que es sostén de la sociedad.
Y mientras algunos
ciudadanos traicionando a Murcia, y fariséicamente, entregando nuestros centros
de enseñanza a la iglesia más farisea que hoy nos toca soportar; menos mal que
parece haber otra iglesia y un papa que poco tiene que ver con el zafio, y
negado a toda reflexión de su precedente.
Sí, Marina, si
lectores: superemos la impotencia en la medida de lo posible y “sapérete aude”,
que decía el otro.
Y por favor: quien
entienda y pueda consulte http://www.lamarea.com/2016/01/04/80285/
(Artículo al que hago acá cumplimiento).
(Artículo que se publicó en el Espacio del Foro ciudadano de la Opinión de Murcia ayer día 6).
Pedro Egio
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