martes, 30 de septiembre de 2014

Hablaré por mí,


No soy el único al que encanta aquel tango tan célebre que por 1983 revivía el inigualable Serrat, Cambalache, de Santos Disépolo, letra y música,
en el 34. Pero es su letra la que aquí me insta a escribir, aun con pocas esperanzas de conmover a nadie, que tantos estamos tan al tuntún, apenas atentos,
distraídos, atontados; y decirle al bueno de Enrique Santos aunque ya no nos oye: si el XX lo definiste certeramente como ´cambalache´, el XXI es un prostíbulo,
una plantación sureña de esclavos, un erial fruto de esquilmación constante, corral sin valores, escenario donde se premian la mentira, el mangoneo, el
pisoteo con saña del semejante exhibiendo la sonrisa más distendida, seducidos, narcotizados mientras no nos tocan directamente nuestros lereles, que entonces
sí ponemos el grito en el cielo. Así de incautos somos.

Acarreemos sumandos aunque los párpados se resistan: casi todos los políticos se llenan o han llenado los bolsillos a expuertas con el dinero de todos;
los banqueros aprietan hasta la extenuación impiamente; se rebaja constante y obstensiblemente la calidad de los servicios más esenciales; nos prosternamos
ante Europa y todas sus demandas de satisfacer una sospechosa deuda que sólo Europa y los chorizos al uso han urdido; se miente con absoluto descaro ante
elecciones o en cada comparecencia; se amedranta a la ciudadanía so pretexto de mantener un orden aún no en entredicho, cuando debería estarlo ya hace
años porque sólo es un orden para unos cuantos guapos, que machacan y machacan sin cortarse un pelo; se legisla a la católica más derechona vendiéndonos
que se hace por interés de todos; se impone el rodillo en las leyes sobre la producción de energía, sobre qué enseñar, sobre las condiciones laborales
haciéndolas absolutamente leoninas; se pretende manosear aún más en las leyes de la representación electoral; se decreta pertinazmente contra el futuro
de nuestros hijos... Dejo mil tropelías más.

Pero, ¿algo que decir a lo que sigue? Práctica ruhín de tanto empresario impresentable, forjado en connivencia con este Gobierno: se despide a trabajdores
discapacitados mentales para entregarlos a una nueva empresa con pinta de ONG, pero con la real intención de beneficiarse de las prerrogativas que la Administración
otorga a empleadores de estas personas, engañándoles y haciendo que pierdan todos sus derechos de antigüedad adquiridos. Tal parece haber sucedido en algún
centro comercial de la región. Absolutamente inaceptable como tantas barbaridades que se están cometiendo con la aquiescencia de un Gobierno que se limita
a decir «vamos saliendo de la crisis», mientras quién no barrunta que se trata de una trola más al uso, porque la inmensa mayoría de familias sabe cómo
se las gasta ya tanto patrón asistido por la maravillosa legislación de esta panda de salvadores del orden.

¿Es esto sólo cambalache? No: hemos dado un paso más. Porque esto era cambalache mientras las condiciones del capitalismo eran posibles, pero hete que ya
el capitalismo es un problema; este ruidoso mercado de trapicheros está tocando techo, topándose con sus propios límites, agujero negro que todo lo engulle,
incluso su mano de obra, que no ha de levantarse en la dirección en que tanto incalificable quiere vendernos, camine a Santiago solo o con mala leche,
de arriba a abajo, de abajo a arriba, con corbata, sin corbata, serio, sonriente; el tal y todos los suyos han caído en descrédito. Barruntemos ya que
el individualismo descarnado no reportará bienestar a todos y sí conducirnos a la constatación hobbesiana del hombre devorador del hombre.

Si espiritualmente somos casi solitarios, como moradores de este planeta requerimos de la actuación colectiva, y la satisfacción de necesidades básicas
y no tan básicas; de condiciones de vida similares, sin hacer de los demás nuestros medios sino fines.

Esto no convence a muchos que con todo se dicen religiosos: una contradicción más de quienes se arriman a los evangelios sólo para su tranquilidad particular
y desechan su mensaje más humano. La solución, que aún es posible, está en tomar de nuevo todos las riendas de nuestro destino, descreyendo a los sinvergüenzas
y egoístas que constantemente nos pisotean, no por la violencia abierta, pero sí con decisión, militando en opciones políticas que defiendan valores morales;
superar la mentalidad yanki de que la vida está ahí para atraparla, del basta con decidirnos y dar todos los codazos precisos para conseguir todo lo que
queramos; desechar el carpe diem, porque no se trata de disfrutar todo instante sino, en este ahora, caminar codo a codo para restituír el orden verdaderamente
humano, sin pisotones, sin exclusiones; construyendo decididos un mundo para todos, avergonzando plenamente al explotador, al egoísta, al chorizo, superando
visiones mágicas, feudales, dictatoriales; votando a quienes, espabilados ya, estén cansados de la pantomima, del cambalache, del prostíbulo, de achantar
al prójimo impecablemente trajeados.

¡No seamos iguales que los inmorales! ¡Triunfe el deseo de que ya no resulte lo mismo «ser derecho que traidor, ignorante sabio o chorro, generoso o estafador!»

¡Que no nos dé todo igual! ¡que no sea lo mismo asno y profesor! ¡alzarnos del lodo, aunque sea por nuestros hijos! Y que no nos engañen vendiéndonos que
´izquierda´ y ´derecha´ son etiquetas caducas: habrá que mejorar cosas, pero todos sabemos, si no es para justificar nuestra desgana, qué significan a
la hora de posicionarse ante la vida, y cuál es más humana y hasta más ajustada al evangelio.






martes, 18 de marzo de 2014

Audio de la presentación en Murcia de DE MASTIA (20 de Febrero de 2014)

Presentación de DEMASTIA en Murcia, el 20 de Febrero de 2014.

Con sumo gusto dejo a disposición de quien quiera escuchar durante un buen rato, sonido de la presentación de mi trabajo DE MASTIA en Murcia. Tuve la oportunidad de presentarlo un par de meses antes en la mismísima y querida Cartagena, en su Conservatorio de Musica, que tan favorablmeente me acogió; yo mismo fui durante un tiempo, hace ya bastantes años alumno suyo.
En Cartagena tuvo para mí el acto mucha significación por estar entre personas muy queridas de mi familia y amigos; acá en Murcia también fue para mí muy entrañable porque me presentaron mi hijo Carlos y mi muy apreciado amigo Sixto Herrero, profesor del Conservatorio Superior de acá y desde que tomó contacto con mi particular hacer musical como digo buen amigo, por su magnanimidad y palabras tan bonicas que aquí lógicamente también se recogen.
Yo mismo me sentí muy espontáneo y pude decir las cosas que quería decir y que por eso no he interrumpido ni encogido, ni cortado ni editado en forma alguna salvo normalizar el archivo de audio para que se escuche a un volumen agradable.
Pues esto es: aquí lo tenéis, para bajároslo y entender un poco más sobre De Mastia, esta construcción como digo particular, experimental, electrónica, y que pretende recoger muchas cosas que suenan bien de esta riquísima y lujosa Cartagena por donde se coja. Podrá conocerse de las capacidades de este tipo de composiciones, de las dificultades de los ciegos para con estos programas superavanzados de edición de audio, de las hazañas de mi gran amigo Jerónimo Martínez como ingeniero informático, de la idiosincracia de esa gran ciudad, con gusto reitero.
De aquí podéis bajaros el invento:
Gracias por vuestra atención si llega el caso.

lunes, 20 de enero de 2014

Otra entrevista sobre De Mastia

Te presento otra entrevista efectuada en Radio Nacional Región de Murcia, por Pepe Rocamora, bastante ajustada a la materia de mi trabajo De Mastia; espero que te agrade:
Entrevista en RNE

domingo, 5 de enero de 2014

´LUCÍA DE SIRACUSA

Cuando el poder no emana de la voluntad popular y la justicia, sino del capricho oligárquico, o personal, se impone con la barbarie. Que se lo pregunten a Lucía de Siracusa, mártir de Diocleciano en el 304, cuando contaba 21 años. Su tesón le costó perder los ojos; y cuenta la tradición que seguía viendo. Bueno, a esto hay que echarle fe, que no sé si será el caso. Lo cierto es que este deseo colectivo, de que exista alguien capaz de ver sin ojos, por la justicia divina imponiéndose a la mano férrea del gobernante, es al menos comprensible y aun lindo moralmente, pues el pueblo anhela justicia, viniere de donde viniere.

De lo que le ocurriera a aquella criatura no estamos seguros, aunque pudo suceder lo que nos cuentan los agiógrafos: que fuera acusada de cristiana por algún despechado, ante el imperio y que este se desquitara a gusto, para echar un buen pulso a esa pandilla de rebeldes, revolucionarios, mal nacidos y fagocitadores de su maestro.

Casi dos mil años después, aun ciego veo -las palabras tienen su polisemia- un símil en lo que sucede hoy día: el poder legítimo, pero deslegitimándose día a día por su creciente distanciamiento del pueblo y sus necesidades reales, pretende coartar su libertad de expresión, cercenándole la lengua, al par que también le cubre muchas veces los ojos con todas las vendas posibles.

Bastante curioso, porque ese pueblo, que está prácticamente sometido desde hace años, que ve recortados unos cuantos de sus fundamentales derechos y logros adquiridos, sin embargo, es dócil: todavía ni siquiera ha logrado levantarse ante el emperador y decirle: “sí, aquí estamos”; “procede como quieras, que no damos un paso atrás”. No es un pueblo amotinado ni insurrecto. Muchas veces se limita, al menos por aquí, a ponerse un pito en la boca y caminar por la Gran Vía. y todavía D. Jorge Fernández y D. Alberto Ruíz reglamentan y proyectan legislar, llevados de la euforia de sus once millones de votos, para exigir multas increíbles y procedimientos administrativos a los díscolos aún cuando todo está como una balsa de aceite. El siguiente paso, el que queda, será el del procedimiento sumarísimo.

¡Qué será cuando la gente decida expresarse con más contundencia, la que sea, que para el caso es igual y no soy adivino: ¿echarán el ejército encima? Bueno, supongo que si tal llegara las Sras Santa María y Cospedal tendrían muchos argumentos para esgrimir probablemente. Y bueno, ya nos faltaría que don Rouco también pusiera su granito de arena, tan dado al consejo evangélico en cuestiones extraevangélicas, porque de las intra se olvidan que da gusto.

No, no es tan disparate lo que digo; entre tanta tropelía es sabido que el presidente del gobierno ha limitado a dos los medios que pueden preguntar en sus comparecencias y además se permite elegirlos por si fuera poco; información del Diario Público entre otros, precisamente el pasado 13 de diciembre, en el santoral dedicado a nuestra Lucía de Siracusa, bajo este titular:

Moncloa impone la 'ley mordaza' en las ruedas de prensa de Rajoy. “La Secretaría de Estado de Comunicación rompe el pacto de más de una década entre los periodistas y se reserva la decisión de elegir qué medios preguntan". Mordaza y venda a la vez.

Definitivamente, se debería tener la sensación, si no se está en las nubes, o si las vendas no hicieran todo su efecto sobre nuestros ojos, de que Diocleciano legisla contra el pueblo; y así parece cuando se arroja sobre él lo que llaman “Ley de seguridad ciudadana”, y su reglamentación adyacente, mediante la cual, presumiendo que no basten las fuerzas y cuerpos que tienen a su mando se arrogan también esbirros de la empresa privada. Y es que en esto de lo privado nuestros gobernantes actuales se dan un arte increíble, en varias direcciones: primero expolian todo lo público, lo del pueblo, y se lo entregan a las manos privadas, después autorizan a las manos privadas a que reduzcan a sus operarios a la categoría fáctica de esclavos. ¡Qué bien lo hacen!, y si los esclavos hablan, además de los ojos les cortamos la lengua.

Negocio redondo donde Europa es reina plena, señora de la injusticia en pocos años. Y pregunto yo: ¿qué sucedería si a pesar de todo el pueblo, como aquella heroína, siguiera viendo y hablando? Por ejemplo, ¿si un partido realmente popular, no popular de mentira, llegara a tomar las riendas y decidiera -un suponer- no pagar la deuda a Alemania, vaya, o no pagarla toda, o fraccionarla sin interés alguno? ¿Se atrevería Alemania a echarnos encima la OTAN? Si sí serían unos bastardos. Y si no, ¿a qué esperan? Porque hay tanta deuda como presupuesto. Mas esto no preocupa mucho, porque con ley de seguridad ciudadana, vendas, recortes y continuidad en bailar los mismos, los de Diocleciano, resuelven nuestros queridísimos gobernantes todo el problema tan ricamente, nunca mejor dicho. ¡Ah, y con otros ingredientes: por ejemplo, usando el calificativo de populares, o esgrimiendo al amigo Serrat en campaña electoral, esparciendo aquello de “para la libertad sangro, lucho, pervivo”: ¡ellos con Serrat y Miguel Hernández! ¡Qué sinsentido! ¡Qué venda y qué caramelo envenenado!

Aun cegado el pueblo puede ver, y dotarse de representantes que resuelvan la crisis de forma justa y equitativa. ¡Los milagros a veces son posibles!

Pedro Egio