lunes, 23 de diciembre de 2013

Presentación del CD De Mastia

El pasado sábado 19 de Diciembre presentamos, en el Conservatorio Profesional de Cartagena mi trabajo De Mastia, que se vende a 5 € para beneficio de la Sociedad del trastorno de personalidad de Cartagena, principalmente en la sedede la misma, en C.Carlos III 52 de la misma ciudad. Tuvimos una excelente calidad de sonido para un trabajo que la requiere, al intentar describir con minuciosidad eventos y lugares de más de 25 siglos de historia y de espacios múltiples de mi rica e interesante ciudad natal.

Con todas las herramientas a mi alcance, sintex, samplers, software de secuenciación midi y audio, de edición, etc., me dediqué a crear sobre los montes que rodean su bahía, Torre Ciega, el barrio de Santa Lucía, Escombreras, la semana santa, las dos catedrales, el icue monumento y personaje, la Iglesia de la Caridad, el Cantón, el mismo Annibal, los imponentes vestigios de la época romana, etc., en esa especie de “radiorama”, colage de new age, construcción a modo de arquitectura Lego con el sonido, que doy en hacer desde hace años, como en “Retratos de Mazarrón” o, de forma más conceptual en “Thalassa kay logos”.

Soy yo quien escribe sobre mí mismo; ningún rubor. En un mundo de tanta efervescencia en la red, de tantos constructos también culturales, las mejores cosas –lo digo sonriendo- pueden pasar desapercibidas. Soy consciente de que lo que hasta la fecha hago deja perplejos a muchos; ello no se debe más que a que se sale de la tónica general, a que no es una música standard, para bailar o tararear, mero acompañamiento.

Se trata de un experimento que no implica que su creador ignore las reglas elementales de la composición, sino que está empeñado en arrancar de las máquinas toda la expresión para pintar determinadas cosas, en un espacio sonoro bastante riguroso y de gran calidad sonora, sin sumisión al compás y a la arnmonía de entrada, aunque también sepa adaptarse gustoso a ello si ello toca, porque la vida misma pintada tantas veces tiene un ritmo que no es el nuestro. Un experimento muy preocupado en la tímbrica y en la fidelidad al estereo.

En todo caso en mi página web tenéis constancia de estos tres trabajos aunque no puedan descargarse. Sí os recomiendo encarecidamente que los escuchéis con auriculares de una cierta calidad y que noperdáis en ningún momento los comentarios que van jalonando sus pistas: son esenciales para entender estos experimentos sonoros.

Os dejo aquí una entrevista,
Entrevista en ORM
que me hizo Miguel Massoti en Onda REgional en su programa de las doce de la mañana. Es una medi hora que, claro, yo al menos considero interesante.

sábado, 12 de octubre de 2013

MAYÚSCULA MEZQUINDAD

La de las relaciones capitalistas, sobre todo al no verse apremiadas por el pasado fuerte Socialismo del Este, ni por reivindicaciones de una bien organizada clase obrera. Ahora, aun en crisis, y más aún por ello, el capitalismo campa por sus respectos, al trote, deshaciendo mucho más que haciendo, dándose prisa por desmadejar el ovillo que antaño tejió quizá muy a su pesar y que ahora ignora sin hipo alguno.

Igual o aún más paradójica la pasividad de las clases menos pudientes ante ese desmantelamiento, principalmente de sus recursos, servicios y derechos, aunque mucho se ha escrito para explicar esa paralización. Las masas, las que aún viven con cierta holgura, se aferran al mínimo bienestar alcanzado. Una pasividad labrada hábilmente por el sistema y sus medios de comunicación, su forja de ilusiones mediante la publicidad constante y la falsa recompensa al consumo, generando solamente valores superficiales: eres feliz si tienes el máximo de objetos que se te ofertan, tan fáciles de alcanzar en teoría. La felicidad como logro individual, derivado de seguir patrones parecidos cuyo núcleo esencial es: ¡compra!, ropa, tecnología, coches, viajes...

Por lo demás la cabeza puede estar perfectamente hueca. Incluso es lo más aconsejable para que la cadena se desplace a velocidad adecuada, de forma que la suma de esas felicidades aisladas sostiene todo el entramado, al garantizar el movimiento del capital. Pero si la satisfacción no es general, ni los beneficios revierten en todos, el sistema no sólo deja de ser moral, probablemente pueda dejar de ser viable, al menos será insufrible para muchísimos.

Si a este nirvana, suma de mezquinas felicidades individuales, le sumamos la habilidad política de restar importancia a las necesidades del trabajador, el arte de ningunearlo constantemente, de ningunear incluso igualmente a quien no trabaja -ningunear pues a casi todo hombre-, y el arte de velar los daños colaterales de la producción desmedida sobre el entorno, más esa facilidad para crear discursos en que lo esencial es el individuo, cada cual por su lado, tenemos justo el espacio en el que estamos; una inmensa siesta durante la que se nos birla el bocadillo y bostezamos diciendo: “bueno, ¡me queda el smartphone!”

El sistema social, de dimensiones prácticamente globales, ha generado individuos, conciencias separadas entre sí, sólo unidas en un fin común: la búsqueda del placer cada uno por sí, aunque de vez en cuando nos arracimemos en grupúsculos o en cantidades mayores, como ante un “evento”, deportivo, religioso, o similar. Pero más allá carecemos hoy de la habilidad para caminar codo a codo, como no se produzca una catástrofe, en que ya el Estado apenas sí puede responder. Viene bien aquí aquella maravilla de poesía de Benedetti, cantada por Nacha Guevara en que, contra el individualismo inoperante, se decía:

“Si te quiero es porque sos mi amor,
mi cómplice y todo,
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia”.

No se trata de defender el rebaño, que nada sublime elabora; ni la masificación donde, decía FREUD, descendemos a lo más ancestral, evaporándose los logros de la cultura. Pero sí de superar esa excesiva granulación que sistémicamente nos atenaza y tender puentes entre nosotros mismos. Cierto que echamos de menos formaciones más atrevidas, defensoras del interés de todos los ciudadanos, en nuestro espectro político que puedan vehicular relaciones más justas; pero también lo es que la solidaridad y la contestación ayudará a incubarlas. El triunfo de Merkel en Alemania no prueba que esas formaciones más justas sean extemporáneas; sólo prueba que ese ambicioso país está dispuesto a seguir alimentando un sistema social que a ellos tanto favorece; exportar esa sensibilidad política es inconsistente, porque implica que la mayoría vote contra sus propios intereses; vote la continuidad de situaciones altamente injustas. Ésta es precisamente la alienación, siempre por desgracia posible, la misma que el sistema se preocupa muy mucho de generar, como todo un imaginario que parece procurar los intereses de un colectivo, pero que realmente lo despistan y atenazan como falsa salida; ideas y prácticas que incluso benefician más al antagonista social.

La urgencia en tender dichos puentes de comunicación entre individuos alejados, en hacerles ver sus verdaderos intereses, no debe ser puesta en tela de juicio, con las alienantes consignas sobre que “estamos superando la crisis”, o que “vamos a recoger los frutos del gran esfuerzo”. El individuo puede saber perfectamente todo lo que se ha perdido en el camino: mucho, aunque se quiera ocultarlo y que continúen en el engranaje los que aún puedan; mas el grado de insuficiencia e insatisfacción, el deterioro de las condiciones ambientales, apenas son recuperables y deben hacer que tomemos conciencia y caminemos codo a codo contra todo canto de sirena que siga vendiendo sin más unas relaciones capitalistas cada vez más draconianas, o contra la alienante sospecha de que la vida política es siempre infructuosa para el pueblo..

Antes de ocultar los horrores que tantos padecen por el desenvolvimiento de un sistema indecente, pongámoslos sobre la mesa y avancemos codo a codo, sin violencia, pero con total decisión; siendo positivos pero no gozando por separado de la vida, sino con conciencia de clase social, la de los jóvenes, trabajadores, aún no trabajadores, pensionistas, que no explotan al prójimo, sino que exigen condiciones justas de vida, servicios adecuados, porque todo ello es posible, organizando la sociedad según este justo fin, y no encaminada a las faltriqueras de unos pocos.

Publicado en La Opinión de 12 de Octubre de 2013

miércoles, 31 de julio de 2013

¡Amenazo!: Ultimando mi próximo trabajo en CD


Desde octubre de 2012 estoy inmerso en mi próximo proyecto sonoro con las máquinas: synthex, samplers y procesador. De la mano nuevamente de Sonar y Kurzweil he dado en pintar en esta ocasión a la legendaria ciudad en la que caí por este valle de miserias y glorias también, aunque los años me vienen afirmando en que de las primeras hay más, por lo menos para la mayoría.

Pero no es momento de andar intentando saber, por mucho que ello amemos: eso quedaría para propuestas como “Talaza”, pero no para propuestas como “Retratos de” o como “De Mastia”. Es este mi tercer “proyecto sonoro”, como indicaba de mi quehacer Francisco Jarauta, mi profesor de Antropología social e Historia de la Filosofía, felizmente célebre.

Todo el bagage de mi formación universitaria, mi acercamiento poco académico a la música, mis deseos por agarrarme a las máquinas, dan lo que dén de sí en este intento de pintar tantas gestas y lugares de mi querida y poco ponderada aún Cartagena, porque Cartagena siempre ha defendido la otredad, aunque haya sido sometida tantas veces para la oficialidad, dadas sus estupendas condiciones geográficas; pero esas mismas condiciones también la han llenado de contenidos muy diversos y de gestas gloriosas, varias veces por imposibles, como por ejemplo enfrentarse al gigante de Roma, aunque durante medio siglo supo estar en pie de igual a igual; y entonces allá Roma germinó grandiosamente, porque el campo era excelente.

cuando el impulso industrial y militar aminoran, por intereses europeos falsamente presentados como intereses generales, emerge de todo su suelo el inconmensurable pasado. Hace ya cinco años me refería en este mismo lugar a cuantas sensaciones surgen en el observador, al pasear por las antiguas calles de esta ciudad milenaria, aunque bastante destruída con mucho esfuerzo tras intentar defender los valores más populares, en contra de la oligarquía nacional, a finales del siglo XIX, de forma que la Milenaria Cartagena, Mastia, Kart Hadast no tiene más remedio que vestirse de ciudad modernista, pero guarda en sus entrañas, como no debe de ser de otra manera, toda su historia multiforme, rica y siempre briosa.

Mi hacer podría ya ser tachado de excesivamente sui generis, experimental, en este espacio del trabajo informático sonoro; aunque lo cierto es que intenta el mayor rigor posible y es bien laborioso, como la materia requiere y por manejar máquinas muy complejas careciendo de visión, aunque asistan los modernos lectores de pantalla.

Las cuestiones más de ritmo, más presenciales y puramente musicales están por otro lado de mi personalidad, se intentan condensar en la interpretación del jazz, dos ámbitos bien distintos.

Pienso sonriendo: ¿me dará por “fusionar” algún día? No hay por qué: la esquizoidía en el arte está muy bien: así estoy contento: razón, máquinas, piano a ritmo de swing, e intentar poner afecto en todo lo que toque, fuere lo que fuere…

¡Si casi no tengo padrino! ¿se me perdonará este narcisismo ante la llegada de esta nueva monstruosa criatura? parece que uno es profesional de lo monstruoso, pero es que de monstruos estamos hechos y al menos en el arte ello es dispensable; en la comida quizá deban parecerse todas las empanadillas. En el arte culinario ya bendecimos más lo original.

Obviamente que en lo original también pediremos universalidad, ciertas reglas que dén sentido: en lo que hago gracias a los electrones esculpiendo ceros y unos las reglas abundan por todas partes: las de los programas, los synthex y las cualidades sonoras.

Bueno, espero que ello diga algo, sobre todo a mis paisanos. Hecho va estando y con todo el cariño que requiere.






sábado, 27 de julio de 2013

De nuevo con IGNASI TERRAZA

De nuevo con
Hemos estado unos días en Barcelona, del 22 al 25 de Julio. El motivo principal, seguir recibiendo sabiduría de parte de este genial intérprete de Jazz al piano que es Ignasi. Recomiendo nuevamente pasar por su página: http://www.ignasiterraza.com, como hice ya en un post de hace bastantes años -como ocho-, de los primeros de este blog.
Desde entonces he seguido su trayectoria gustoso.

pero aún más, desde hace cuatro o cinco vengo teniendo la oportunidad de seguir clases presenciales con él, y es toda una gozada, contemplarse uno a sí mismo creciendo, a pesar de mi edad que no he de ocultar en ningún momento, como pocas cosas, afortunadamente, creo que tengo por ocultar: eso hace que me salve de esta marcada tendencia mía a la bipolaridad: la misma que también a veces me procura alas para el arte.

Ignasi hizo que me comprara un buen piano, ha ido metiendo en mí poco a poco las cuestiones fundamentales de ritmo que quizá nosotros no llevamos tan en los genes como los músicos negros. Me ha dado mucha confianza, no matando, sino acrecentando la chispa jazzística que pueda llevar en mí. Él me ha dado confianza, y también el observar que la ceguera no es un obstáculo ante las 88 teclas contrapesadas y las más de 20 toneladas de fuerza de estas unas 272 cuerdas del piano actual.

Ojalá podáis escuchar su actualmente último trabajo en solitario: Sol-IT, como sólo Ignasi Terraza: magistral, debatiéndose él con ese instrumento, y sin mediar casi nada entre mente y tabla armónica, esa madera relativamente fina colocada detrás o debajo de las cuerdas, según estemos ante un vertical o un cola, verdadero amplificador y modulador del sonido, aunque sepamos que entre mente y tabla armónica medien todos los músculos, en propio mesoencéfalo, las manos, teclas, contrapesas, macillos y las mismas cuerdas. No os perdáis, si podeís, esta grabación en dos CDs de un concierto inolvidable en el Palacio de la música de Barcelona, con todo el calor del directo y de un público totalmente entregado, como no puede ser de otra manera.

Qué lindo fue también ahora que, tras tres días de clase, pudiéramos escucharle en trío en el Cocktail Milano Bar, en la Ronda Universitat 35 de esta Barcelona culta y tan querida para todo a pesar de los tiempos que corremos. Qué brillante actuación igualmente: qué interpretación, entre tantos temas, de este legendario Straight no chaser y todos sus encabalgamientos: qué diferencia tan feliz estudiarlo desmenuzadamente y luego escucharlo tan grácilmente atacado, por activa y pasiva, parodiado, transportado y repetido religiosamente según momentos, con aquella perfecta conjunción con el bajo de Nono y la batería de David Xirgu. Cómo me arrepiento de no haberme echado un buen micro y haber pinchado algo
Hemos estado unos días en Barcelona, del 22 al 25 de Julio. El motivo principal, seguir recibiendo sabiduría de parte de este genial intérprete de Jazz al piano que es Ignasi. Recomiendo nuevamente pasar por su página: http://www.ignasiterraza.com, como hice ya en un post de hace bastantes años -como ocho-, de los primeros de este blog.
Desde entonces he seguido su trayectoria gustoso.

pero aún más, desde hace cuatro o cinco vengo teniendo la oportunidad de seguir clases presenciales con él, y es toda una gozada, contemplarse uno a sí mismo creciendo, a pesar de mi edad que no he de ocultar en ningún momento, como pocas cosas, afortunadamente, creo que tengo por ocultar: eso hace que me salve de esta marcada tendencia mía a la bipolaridad: la misma que también a veces me procura alas para el arte.

Ignasi hizo que me comprara un buen piano, ha ido metiendo en mí poco a poco las cuestiones fundamentales de ritmo que quizá nosotros no llevamos tan en los genes como los músicos negros. Me ha dado mucha confianza, no matando, sino acrecentando la chispa jazzística que pueda llevar en mí. Él me ha dado confianza, y también el observar que la ceguera no es un obstáculo ante las 88 teclas contrapesadas y las más de 20 toneladas de fuerza de estas unas 272 cuerdas del piano actual.

Ojalá podáis escuchar su actualmente último trabajo en solitario: Sol-IT, como sólo Ignasi Terraza: magistral, debatiéndose él con ese instrumento, y sin mediar casi nada entre mente y tabla armónica, esa madera relativamente fina colocada detrás o debajo de las cuerdas, según estemos ante un vertical o un cola, verdadero amplificador y modulador del sonido, aunque sepamos que entre mente y tabla armónica medien todos los músculos, en propio mesoencéfalo, las manos, teclas, contrapesas, macillos y las mismas cuerdas. No os perdáis, si podeís, esta grabación en dos CDs de un concierto inolvidable en el Palacio de la música de Barcelona, con todo el calor del directo y de un público totalmente entregado, como no puede ser de otra manera.

Qué lindo fue también ahora que, tras tres días de clase, pudiéramos escucharle en trío en el Cocktail Milano Bar, en la Ronda Universitat 35 de esta Barcelona culta y tan querida para todo a pesar de los tiempos que corremos. Qué brillante actuación igualmente: qué interpretación, entre tantos temas, de este legendario Straight no chaser y todos sus encabalgamientos: qué diferencia tan feliz estudiarlo desmenuzadamente y luego escucharlo tan grácilmente atacado, por activa y pasiva, parodiado, transportado y repetido religiosamente según momentos, con aquella perfecta conjunción con el bajo de Nono y la batería de David Xirgu. Cómo me arrepiento de no haberme echado un buen micro y haber pinchado algo del concierto para observar el Straight no chaser, ese que ejecutarían los ángeles negros en la gloria si los oídos divinos alcanzaran a prescindir un momento del gregoriano.

En serio: ¡magistral Ignasi!, como siempre.


del concierto para observar el Straight no chaser, ese que ejecutarían los ángeles negros en la gloria si los oídos divinos alcanzaran a prescindir un momento del gregoriano.

En serio: ¡magistral Ignasi!, como siempre.


sábado, 29 de junio de 2013

Demasiado tiempo inmersos en la zozobra


en el temor de lo que aún quede por venir. Y lo peor: advertimos cómo mienten nuestros gobernantes al decir que ya entramos en la recta de la recuperación. No aludamos a otras cuestiones fangosas; basta con estas tres noticias para saber que esa afirmación es un artificio político. El posible rebrote de ETA, pero aún más, la reducción de las Pensiones y al menos el planteamiento de la bajada del salario mínimo muestran que las cosas siguen mal y que no se sabe, no se quiere o no pueden ser enderezadas. .

Y en estas jodidas circunstancias lo terrible no es que la deuda crezca o que el Capital y quienes lo agitan tiemblen o tengan un gemelo menos que colocarse en la muñeca. Lo jodido es que hay mucha gente ninguneada sin consideración alguna, desde luego que en nuestro país y en todas partes sin que apenas se alce el clamor de Congreso, Senado u otras instituciones: antes que el hambre les interesa el aborto, el matrimonio homosexual, apañarse el sistema educativo, etc., velando la cruda situación de ya tantas familias.

Así tal, quiero hacerme eco de una propuesta que tiempo ha hemos tratado varias personas, sin saberla encaminar mejor, por ver si contribuimos a un clamor que conduzca, ya que no a cambiar el rumbo de las cosas, al menos a paliar tanto sufrimiento.

Hace tres o cuatro años daba en pensar en la necesidad de un a modo de cónclave de expertos de todo el mundo que, con toda seriedad, intentaran delinear una salida a este callejón del Capitalismo decrépito y asesino; probablemente un anhelo delirante de mi parte. Ahora estamos llamados a ser con urgencia más prácticos. Se trata de clamar por la supervivencia, por el sustento de muchos, no en el Cuerno Sur de África o Pakistán, sino en Madrid, Albacete, Murcia...

Es cierto que parece como si en las cabezotas de muchos agitadores del capital -casi “terroristas” ya del capital- rondara la cínica pregunta de: todos esos que se hunden en la miseria, ¿pa kis tán? ¡Sobran! Pues no para ser ninguneados.

Seamos prácticos. ¿No podemos cambiar el orbe?; más aún: ¿queremos que los Estados afronten una deuda que no contrajeron, descuidando hasta servicios básicos?, ¿–queremos que se queden sin ellos y paguen con sus últimos estertores aquellos que no sabemos “pa qui están”? ¿No somos capaces de reunirnos para buscar una salida honrosa? Absolutamente imperdonable, Porque cuando buscamos dividendos sí que somos capaces de entendernos y forjar mil congresos y Encuentros a bien alto nivel, sin escatimar ostras y champagne.. Pero aún más imperdonable dejar morir a nuestros semejantes.

Seamos prácticos. Esta es la propuesta que ya cabe hacer, ingenua sólo para los acomodados y cínicos: establezcamos desde el mismo Estado un “fondo de beneficencia” ya, para personas sin recursos. No continuemos debatiendo si debería ganar las elecciones tal o cuál formación política más sensible alas necesidades del pueblo –que también-. Tracemos ese “Fondo de Beneficencia, Asistencia“, por razones de justicia social y no por otras, dotándolo de recursos más o menos voluntarios, administrados por la Asistencia Social, que tan importante papel desempeña desde hace muchos años en nuestro país, en Ayuntamientos, Comunidades y el ámbito estatal.

Tal Fondo, como digo, respaldado por el Estado debería tener un funcionamiento más serio y discriminativo que el de ONGs más o menos benefactoras. Estaría capacitado para publicitarse y gestionarse de forma más potente. Tendría la marca del Estado Español, incapaz por otros medios de echar una mano a ya gran parte de ciudadanos que van sumiéndose en la miseria sin misericordia alguna de sus semejantes menos desgraciados. Se trataría de una institución nacida en momentos duros, críticos, como cuando sobreviene un terremoto o cualquier otra catástrofe; sólo que su parcela de actuación es mucho más ancha y duradera: ¡Qué le vamos a hacer, si estos son los efectos colaterales, y no tan colaterales, del Capital!

Tal fondo recibiría aportaciones voluntarias o incluso podría recaudar mediante imposiciones a fortunas determinadas por su monto, según baremo a establecer. Debería tener sus recursos en la Hacienda Pública y facilitar a todos un número determinado de CCC para nutrirse y mantenerse diariamente.

Esto es ya algo imprescindible, y nuestros gobernantes no pueden ya mirar hacia otra parte; porque se les ve el plumero, el ansia por salvaguardar un estatus más allá de las exigencias europeas, cuando lo que debe vérseles es el ansia de servir a todos sus conciudadanos, que les dieron el voto sin merecimiento alguno recibiendo a cambio toda la mierda que les prometían evitar.

Obvio es que este no será el mejor estado de las cosas, pero sí es el adecuado en tanto se genere exclusión de forma tan brutal. Analizar el porqué de esta situación, tender a superarla como sea seguirá siendo obligación de los gobiernos, pero entre tanto estaremos evitando parte del dolor.

¡No hablamos de lucha, sino de Justicia!, ¡no de limosna sino de derecho!, ¡no de misericordia, sino de vergüenza!, esa que tantas veces le falta a quienes tanto cacarean ahora defender el interés general. Si tal pretenden consideren la necesidad de proteger, si no con recursos de la nación, al menos sí de las gentes que aún pueden vivir holgadamente, a todos los vomitados ya del sistema productivo. Organizar esta especie de colchón es justo y necesario. Parece que sólo serán excusas argüír que ello acostumbrará a la molicie de las personas, o que conducirá a detener el desarrollo del país.

si el sistema genera pobres el sistema debe a la vez atenderlos y procurar no generarlos.

(Publicado en La Opinión, el 29 de Junio)

domingo, 10 de marzo de 2013

Pianistas ciegos en el jazz

Me gusta volver a presentar este artículo que escribí hace años para Tifloinforma, un lugar dedicado a cuestiones de tiflotecnología, es decir de tecnologías para la suavización de los rigores de la ceguera, por así decir. En este artículo obviamente, pretendo mostrar la alta calidad de muchos pianistas del jazz que han sido ciegos, y casi no se sabría qué primero, si pianistas o ciegos, pero lo cierto es que son de una talla impresionante y un reconocimiento mundial, desde ART TATUM A TETE MONTOLIU O TERRAZA en nuestro país;
allá os remito si os interesa mínimamente el tema:
Pianistas ciegos en el jazz

sábado, 2 de febrero de 2013

Buena música para nuestras iglesias (Carlos Rafael Pérez

Transcribo aquí un artículo de mi buen amigo y organista Carlos Rafael Pérez, que lo fue de la Iglesia de la Caridad de Cartagena después de mí, por su preocupación por atender el mal estado de estos órganos, especialmente el que ambos compartimos, él hasta hace unos meses, cansado ya de luchar para su puesta a punto y ante la imposibilidad real de poder haccer música decentemente en él y de ser desoído por la autoridad competente. Este es su artículo, publicado hace unas semanas en el diario La Opinión de Murcia:

En lo que se refiere a la Música Clásica, desgraciadamente para nosotros, nuestra sociedad deja bastante que desear. Fijándonos en la realidad de otros países europeos, no hay más que viajar fuera y percibirlo: es evidente.
Admiramos la calidad de las orquestas, los teatros, las temporadas de ópera y ballet de bastantes de esos países y no hay que pensar mucho para llegar a la conclusión de que esas orquestas y esos teatros están sostenidos y apoyados social y económicamente por sociedades más cultas que la nuestra, en las que existe una gran demanda de Música Clásica. Esa realidad musical de los países del centro y norte de Europa y el camino que nos falta a los españoles para acercarnos a ella, me lleva a considerar como imprescindible el cambiar el rumbo de la música que habitualmente, salvo excepciones, se hace en nuestras iglesias.
Es sabido que para la educación musical es fundamental el hecho de escuchar y el hecho de cantar. Sociedades musicalmente superiores a la nuestra llevan siglos educándose en sus iglesias. En esto ha sido decisivo el papel que protestantes y católicos desde el siglo XVI dieron al órgano de tubos como instrumento fundamental para la liturgia, acompañando como ningún otro el canto colectivo y organizando a su alrededor todo un universo musical (formas musicales, coros, música instrumental, etc.).El órgano ha sido una pieza clave para la educación musical de los países del centro y norte de Europa desarrollando, junto a su finalidad de acompañar la oración de los fieles y la liturgia, una extraordinaria labor masiva de sensibilización y práctica de la música especialmente acompañando el canto colectivo. Los fieles, sin darse cuenta, mientras rezaban o cantaban educaban su oído y su sensibilidad llegando, tras muchas generaciones, hasta hoy, con un oído cultivado y exigente.
Sin entrar en cuestiones religiosas, creo que esa práctica durante siglos del canto colectivo apoyado con el órgano, explica el mayor grado de presencia de la Música Clásica que poseen especialmente las sociedades de religión protestante. El órgano les ayudó precisamente a escuchar y a cantar, y así ha sido nada menos que durante quinientos años. Escuchar y cantar son la base de la educación musical. Como en tantas cosas, las iglesias europeas han educado musicalmente sin proponérselo expresamente a esos ciudadanos y a ese público que, tras generaciones y generaciones, en el siglo XXI sostiene hoy y apoya – fuera del ámbito religioso- a las formidables orquestas y teatros de sus ciudades. Es un público con cultura musical que tiene a la Música Clásica como referente, en gran medida, de su grado de civilización.
En la actualidad ¿qué nos encontramos en la mayoría de las iglesias españolas? Una gran incultura musical y una extraordinaria falta de criterio. Se prefiere la música de Kiko Argüello a la Polifonía y al Canto Gregoriano; y para cantar se opta por la guitarra antes que por el órgano. ¿De qué sirve el extraordinario patrimonio musical de la Iglesia en España? ¿Por qué se ha sustituido ese patrimonio por guitarras mal tocadas, micrófonos estridentes, coros desafinados y composiciones vulgares? ¿Por qué siendo españoles los polifonistas Tomás Luis de Victoria, Guerrero y Morales, por ejemplo, se interpretan en Inglaterra mucho más que en su propio país? En definitiva, ¿cuándo va a entrar la buena música en nuestras iglesias?
Causa tristeza reconocer nuestro atraso musical conformándonos demasiado cuando asistimos continuamente a celebraciones religiosas depauperadas en lo artístico, próximas a la chabacanería y fomentadas o admitidas resignadamente por clero y fieles.
El camino que tenemos que recorrer es largo, pero alguna vez hay que empezar, y de esto debemos darnos cuenta todos, no solamente la Iglesia Católica o nuestros políticos. Nuestros templos pueden y deben desempeñar una extraordinaria labor de sensibilización más allá de lo estrictamente religioso.
Debemos entender la necesidad de que deben recuperarse los órganos antiguos o construirlos nuevos para que tengan una proyección colectiva, artística, cultural o religiosa sobre nuestros pueblos y parroquias similar a la que tienen en otros países europeos.
Al mismo tiempo es necesario crear salidas profesionales para los jóvenes que se decidan por estudiar órgano en los Conservatorios. Es éste un asunto que la sociedad todavía no entiende bien y en general, la Iglesia, tampoco. ¿Quién va a estudiar órgano si no va a encontrar trabajo después de muchos años de dura formación? En los países con amplia cultura musical ser titular de una iglesia y vivir digna y honradamente de su sueldo como organista es una de las salidas que existen para los estudiantes de órgano. Para muchos esto se trata de un sueño. Es posible, pero estoy convencido de que mientras no se comprenda esta necesidad, y la Iglesia y la sociedad no inviertan dinero en ello, no avanzaremos mucho en el terreno de la educación musical en general.
Nuestros párrocos se asustarán de que, de ser así, el órgano y el organista constituirían un serio problema económico. Es éste un hecho que muchas iglesias y catedrales españolas deben plantearse hoy día. Si nuestras iglesias invierten dinero en obras, limpieza, luz, ajuares y demás, deben invertir igualmente en música, con la seguridad de que teniendo a un músico profesional ejerciendo su labor, la parroquia y la sociedad donde está insertada, verá rentabilizada con creces su inversión, y eso ya está demostrado en muchos sitios.
Por último, vayamos a los organeros: los constructores y mantenedores de órganos. El suyo es un oficio secular que está vigente; se estudia por ejemplo, en Francia y en Alemania, en las escuelas de Formación Profesional. En España, los pocos organeros que existen, han aprendido el oficio en el extranjero o en talleres particulares. Hay organeros profesionales, solventes y acreditados en nuestro país, que dan trabajo a artistas y artesanos enamorados de su oficio y que construyen órganos nuevos, restauran los antiguos y hacen su mantenimiento. Ejemplos: los nuevos órganos instalados en la ermita-santuario de la Virgen de la Huerta en Los Ramos-Murcia (septiembre 2005), en la iglesia de La Asunción, en Cieza (septiembre 2011) y en la de San Jaime y Santa Ana en Benidorm (noviembre 2012).
Es ineludible en este asunto hablar de dinero. ¿Cuánto cuesta un órgano nuevo? Para una persona sola, mucho dinero. Pero no se trata de un instrumento para una persona. ¿Cuánto cuesta construir una obra pública de cierta envergadura? Para una persona sola, también mucho dinero. Un órgano no es para el salón de una casa. Se trata de un instrumento para todos, del que se beneficia toda una comunidad y así ha sido entendido siempre. Un órgano de tubos no es una propiedad individual: pertenece a todo un grupo social.
El órgano recién inaugurado en Benidorm, por iniciativa de su parroquia, con tres teclados, cuarenta y cuatro registros y casi dos mil tubos ha costado cincuenta millones de pesetas (trescientos mil euros), costeado en gran medida a base de bonos de cincuenta euros por tubo. Salieron voces demagógicas criticando la inversión en esta época de crisis. Voces de algunos políticos que han debido retractarse ante las razones expuestas por el sentido común. ¿De dónde ha salido el dinero? Pues ha salido de aquí y de allá y al final, el pueblo de Benidorm ha enriquecido su patrimonio colectivo con una inversión que todo el mundo puede disfrutar y que puede durar siglos.
Un órgano de tubos en una iglesia es una inversión aparentemente costosa a corto plazo pero no lo es, para nada, a largo plazo, pues se rentabiliza socialmente más que de sobra y dura años y años. Tampoco creo que deba salir de un solo bolsillo, pues de su música se va a beneficiar, en el caso de Benidorm, toda la comunidad (residente o visitante), y a fin de cuentas ¿qué son cincuenta millones de pesetas para toda una ciudad o un pueblo si se enriquece durante generaciones su patrimonio cultural y artístico?
El hecho de la instalación de un órgano de tubos para todo un pueblo siempre merecerá la pena y es una empresa que al culminar producirá una satisfacción como pocas; así se ha entendido en Benidorm, en Cieza y en Centroeuropa; allí, tras dos guerras mundiales, no se concibe una iglesia grande o pequeña que no cuente con su órgano; órganos que son el orgullo de esos pueblos, costeados con entusiasmo por sus propios habitantes sensibles a la Música, provocando la admiración de quienes les visitan y sirviendo, en expresión de Juan Sebastian Bach “Para Gloria de Dios y provecho del prójimo”. Es hora de avanzar en ese camino."


Carlos Rafael Pérez, citado por Pedro Egio