miércoles, 31 de julio de 2013

¡Amenazo!: Ultimando mi próximo trabajo en CD


Desde octubre de 2012 estoy inmerso en mi próximo proyecto sonoro con las máquinas: synthex, samplers y procesador. De la mano nuevamente de Sonar y Kurzweil he dado en pintar en esta ocasión a la legendaria ciudad en la que caí por este valle de miserias y glorias también, aunque los años me vienen afirmando en que de las primeras hay más, por lo menos para la mayoría.

Pero no es momento de andar intentando saber, por mucho que ello amemos: eso quedaría para propuestas como “Talaza”, pero no para propuestas como “Retratos de” o como “De Mastia”. Es este mi tercer “proyecto sonoro”, como indicaba de mi quehacer Francisco Jarauta, mi profesor de Antropología social e Historia de la Filosofía, felizmente célebre.

Todo el bagage de mi formación universitaria, mi acercamiento poco académico a la música, mis deseos por agarrarme a las máquinas, dan lo que dén de sí en este intento de pintar tantas gestas y lugares de mi querida y poco ponderada aún Cartagena, porque Cartagena siempre ha defendido la otredad, aunque haya sido sometida tantas veces para la oficialidad, dadas sus estupendas condiciones geográficas; pero esas mismas condiciones también la han llenado de contenidos muy diversos y de gestas gloriosas, varias veces por imposibles, como por ejemplo enfrentarse al gigante de Roma, aunque durante medio siglo supo estar en pie de igual a igual; y entonces allá Roma germinó grandiosamente, porque el campo era excelente.

cuando el impulso industrial y militar aminoran, por intereses europeos falsamente presentados como intereses generales, emerge de todo su suelo el inconmensurable pasado. Hace ya cinco años me refería en este mismo lugar a cuantas sensaciones surgen en el observador, al pasear por las antiguas calles de esta ciudad milenaria, aunque bastante destruída con mucho esfuerzo tras intentar defender los valores más populares, en contra de la oligarquía nacional, a finales del siglo XIX, de forma que la Milenaria Cartagena, Mastia, Kart Hadast no tiene más remedio que vestirse de ciudad modernista, pero guarda en sus entrañas, como no debe de ser de otra manera, toda su historia multiforme, rica y siempre briosa.

Mi hacer podría ya ser tachado de excesivamente sui generis, experimental, en este espacio del trabajo informático sonoro; aunque lo cierto es que intenta el mayor rigor posible y es bien laborioso, como la materia requiere y por manejar máquinas muy complejas careciendo de visión, aunque asistan los modernos lectores de pantalla.

Las cuestiones más de ritmo, más presenciales y puramente musicales están por otro lado de mi personalidad, se intentan condensar en la interpretación del jazz, dos ámbitos bien distintos.

Pienso sonriendo: ¿me dará por “fusionar” algún día? No hay por qué: la esquizoidía en el arte está muy bien: así estoy contento: razón, máquinas, piano a ritmo de swing, e intentar poner afecto en todo lo que toque, fuere lo que fuere…

¡Si casi no tengo padrino! ¿se me perdonará este narcisismo ante la llegada de esta nueva monstruosa criatura? parece que uno es profesional de lo monstruoso, pero es que de monstruos estamos hechos y al menos en el arte ello es dispensable; en la comida quizá deban parecerse todas las empanadillas. En el arte culinario ya bendecimos más lo original.

Obviamente que en lo original también pediremos universalidad, ciertas reglas que dén sentido: en lo que hago gracias a los electrones esculpiendo ceros y unos las reglas abundan por todas partes: las de los programas, los synthex y las cualidades sonoras.

Bueno, espero que ello diga algo, sobre todo a mis paisanos. Hecho va estando y con todo el cariño que requiere.






sábado, 27 de julio de 2013

De nuevo con IGNASI TERRAZA

De nuevo con
Hemos estado unos días en Barcelona, del 22 al 25 de Julio. El motivo principal, seguir recibiendo sabiduría de parte de este genial intérprete de Jazz al piano que es Ignasi. Recomiendo nuevamente pasar por su página: http://www.ignasiterraza.com, como hice ya en un post de hace bastantes años -como ocho-, de los primeros de este blog.
Desde entonces he seguido su trayectoria gustoso.

pero aún más, desde hace cuatro o cinco vengo teniendo la oportunidad de seguir clases presenciales con él, y es toda una gozada, contemplarse uno a sí mismo creciendo, a pesar de mi edad que no he de ocultar en ningún momento, como pocas cosas, afortunadamente, creo que tengo por ocultar: eso hace que me salve de esta marcada tendencia mía a la bipolaridad: la misma que también a veces me procura alas para el arte.

Ignasi hizo que me comprara un buen piano, ha ido metiendo en mí poco a poco las cuestiones fundamentales de ritmo que quizá nosotros no llevamos tan en los genes como los músicos negros. Me ha dado mucha confianza, no matando, sino acrecentando la chispa jazzística que pueda llevar en mí. Él me ha dado confianza, y también el observar que la ceguera no es un obstáculo ante las 88 teclas contrapesadas y las más de 20 toneladas de fuerza de estas unas 272 cuerdas del piano actual.

Ojalá podáis escuchar su actualmente último trabajo en solitario: Sol-IT, como sólo Ignasi Terraza: magistral, debatiéndose él con ese instrumento, y sin mediar casi nada entre mente y tabla armónica, esa madera relativamente fina colocada detrás o debajo de las cuerdas, según estemos ante un vertical o un cola, verdadero amplificador y modulador del sonido, aunque sepamos que entre mente y tabla armónica medien todos los músculos, en propio mesoencéfalo, las manos, teclas, contrapesas, macillos y las mismas cuerdas. No os perdáis, si podeís, esta grabación en dos CDs de un concierto inolvidable en el Palacio de la música de Barcelona, con todo el calor del directo y de un público totalmente entregado, como no puede ser de otra manera.

Qué lindo fue también ahora que, tras tres días de clase, pudiéramos escucharle en trío en el Cocktail Milano Bar, en la Ronda Universitat 35 de esta Barcelona culta y tan querida para todo a pesar de los tiempos que corremos. Qué brillante actuación igualmente: qué interpretación, entre tantos temas, de este legendario Straight no chaser y todos sus encabalgamientos: qué diferencia tan feliz estudiarlo desmenuzadamente y luego escucharlo tan grácilmente atacado, por activa y pasiva, parodiado, transportado y repetido religiosamente según momentos, con aquella perfecta conjunción con el bajo de Nono y la batería de David Xirgu. Cómo me arrepiento de no haberme echado un buen micro y haber pinchado algo
Hemos estado unos días en Barcelona, del 22 al 25 de Julio. El motivo principal, seguir recibiendo sabiduría de parte de este genial intérprete de Jazz al piano que es Ignasi. Recomiendo nuevamente pasar por su página: http://www.ignasiterraza.com, como hice ya en un post de hace bastantes años -como ocho-, de los primeros de este blog.
Desde entonces he seguido su trayectoria gustoso.

pero aún más, desde hace cuatro o cinco vengo teniendo la oportunidad de seguir clases presenciales con él, y es toda una gozada, contemplarse uno a sí mismo creciendo, a pesar de mi edad que no he de ocultar en ningún momento, como pocas cosas, afortunadamente, creo que tengo por ocultar: eso hace que me salve de esta marcada tendencia mía a la bipolaridad: la misma que también a veces me procura alas para el arte.

Ignasi hizo que me comprara un buen piano, ha ido metiendo en mí poco a poco las cuestiones fundamentales de ritmo que quizá nosotros no llevamos tan en los genes como los músicos negros. Me ha dado mucha confianza, no matando, sino acrecentando la chispa jazzística que pueda llevar en mí. Él me ha dado confianza, y también el observar que la ceguera no es un obstáculo ante las 88 teclas contrapesadas y las más de 20 toneladas de fuerza de estas unas 272 cuerdas del piano actual.

Ojalá podáis escuchar su actualmente último trabajo en solitario: Sol-IT, como sólo Ignasi Terraza: magistral, debatiéndose él con ese instrumento, y sin mediar casi nada entre mente y tabla armónica, esa madera relativamente fina colocada detrás o debajo de las cuerdas, según estemos ante un vertical o un cola, verdadero amplificador y modulador del sonido, aunque sepamos que entre mente y tabla armónica medien todos los músculos, en propio mesoencéfalo, las manos, teclas, contrapesas, macillos y las mismas cuerdas. No os perdáis, si podeís, esta grabación en dos CDs de un concierto inolvidable en el Palacio de la música de Barcelona, con todo el calor del directo y de un público totalmente entregado, como no puede ser de otra manera.

Qué lindo fue también ahora que, tras tres días de clase, pudiéramos escucharle en trío en el Cocktail Milano Bar, en la Ronda Universitat 35 de esta Barcelona culta y tan querida para todo a pesar de los tiempos que corremos. Qué brillante actuación igualmente: qué interpretación, entre tantos temas, de este legendario Straight no chaser y todos sus encabalgamientos: qué diferencia tan feliz estudiarlo desmenuzadamente y luego escucharlo tan grácilmente atacado, por activa y pasiva, parodiado, transportado y repetido religiosamente según momentos, con aquella perfecta conjunción con el bajo de Nono y la batería de David Xirgu. Cómo me arrepiento de no haberme echado un buen micro y haber pinchado algo del concierto para observar el Straight no chaser, ese que ejecutarían los ángeles negros en la gloria si los oídos divinos alcanzaran a prescindir un momento del gregoriano.

En serio: ¡magistral Ignasi!, como siempre.


del concierto para observar el Straight no chaser, ese que ejecutarían los ángeles negros en la gloria si los oídos divinos alcanzaran a prescindir un momento del gregoriano.

En serio: ¡magistral Ignasi!, como siempre.